Los libros interactivos son muy atractivos para los bebés, y este es uno de ellos. La historia cuenta como una perrita busca a su hijo, Spot, porque es la hora de cenar. Al no encontrarlo, rebusca por toda la casa, abriendo puertas y levantando cojines, entre otros elementos cotidianos.
El niño deberá acompañar a la madre y con sus manitas para interactuar con el libro. La narrativa es cortita, con muy pocas palabras y muy sencillas. Es relativamente frágil, por lo que algunas partes pueden romperse si no hay supervisión de un adulto. Aún así, es muy recomendable.