Nos transporta a la crisis del 2008, donde una funcionaria de la Seguridad es asesinada al caer a través de una cristalera. El protagonista de la novela anterior, teniente de la policía judicial de la Guardia Civil es el encargado de resolverlo. Pero, por otro lado, asuntos personales lo empujarán a decidir entre su responsabilidad o los vínculos de sangre.
Otra trama vertiginosa y muy completa que te dejarán ojiplático durante todo el libro. Los personajes son creíbles y bien desarrollados, a la vez que la narrativa es muy dinámica. Sin lugar a dudas, uno de los libros de Inés Plana si te has quedado con más ganas de su faceta literaria.